Un espíritu renovado
*Un espíritu renovado*.
Estamos en un mundo donde desempeñamos diversos roles dentro de una familia, un trabajo, la sociedad, la cultura, la iglesia, y a veces no nos detenemos a pensar en el rol que desempeña Dios en todo esto. Lo que sí está claro es que cuando todo lo filtramos con Dios, es decir desde un punto de vista espiritual, será más fácil encontrar la dirección correcta para un mejor desempeño de nuestros roles y no perder el norte por determinada situación.
No podemos olvidar lo que Jesús enseñó acerca de lo que hace impuro a una persona, y lo que lo contamina está en su corazón: <<Pues del CORAZÓN SALEN los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia>>. Mateo 15:19 NTV
Esto es una realidad que todos debemos entender un día, porque nos traerá claridad al por qué REACCIONAMOS de determinada manera, por qué nos llegan pensamientos que en ocasiones nos IMPRESIONAMOS con ellos, por qué tenemos tanta INCLINACIÓN a conductas nocivas para nosotros y los demás, etc.
El profeta David, un hombre que era conforme al corazón de Dios, después de caer en pecado reconoció lo que lo había llevado a eso y dijo: <<Pues soy pecador de NACIMIENTO, así es, desde el MOMENTO en que ME CONCIBIÓ mi MADRE>>.
Salmos 51:5 NTV
Dijo, vengo arrastrando con una raíz original de pecado desde mis ancestros (Adán y Eva), y por haber flaqueado en un momento en mi vida espiritual abrí una puerta a eso y ahora tengo que asumir las consecuencias de mi pecado.
Lo que hizo a David ser un hombre conforme al corazón de Dios era la dependencia absoluta que tenía de Él, una dependencia que lo llevó a filtrar todo en su presencia, sus decisiones eran consultadas al Señor, sus planes eran llevados a su presencia, sus emociones eran expuestas ante el Señor. "Lo que lo hacía ser conforme al corazón de Dios NO ERA SU PERFECCIÓN, SINO su DEPENDENCIA ANTE su IMPERFECCIÓN".
Pero a pesar de esta dependencia, un día falló, y pasaron muchas situaciones difíciles a raíz de esto, y allí en su intimidad reconoció como su corazón lo llevó a pecar, pero no se quedó tranquilo como si nada pasará, sino que oró y le pidió al Señor lo siguiente:
<<CREA en MÍ, oh Dios, un CORAZÓN LIMPIO, y RENUEVA la FIRMEZA de MI espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu OBEDIENTE ME SOSTENGA>>.
Salmo 51:10-12 NVI
Dos cosas pidió David, 1_ un CORAZÓN LIMPIO, y (2) que Dios RENOVARA la FIRMEZA de su espíritu. Si nuestro corazón no se limpia, podemos caer en adulterio y afectar la familia, caer en diferentes pecados sexuales y justificarlos con las debilidades propias del ser humano, hacer de la mentira algo normal, no tener ningún tipo de temor en levantar una calumnia contra alguien, robar, y muchas cosas más.
David creyó estar firme en todo, como tenía una buena relación con Dios pensó que estaba exento de pecar, y en una debilidad espiritual coqueteo con el pecado y cayó. Pero la escritura nos dice: <<Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer>>.
1 Corintios 10:12 NTV
¿Nos sentimos muy firmes o seguros con Dios? Pues guardemos de no caer, porque Satanás siempre anda al acecho buscando como hacernos tropezar.
Que Dios nos ayude a depender más de ÉL y menos de nuestras fuerzas. Dependemos tantos de nuestras fuerzas y es por eso que vivimos tan agotados en nuestro día a día y ese agotamiento físico, emocional y espiritual hace que estemos más propensos a equivocarnos.
En nuestra oración diaria debemos pedir: ¡Crea en nosotros un corazón nuevo y un espíritu renovado! y esto hará que todo, absolutamente todo lo que esté en nuestro corazón pase por un filtro divino y lo malo sea desechado y lo bueno lo pongamos en práctica. Y un espíritu renovado diariamente, nos ayudará a vivir cada día con un respeto absoluto por Dios y una dependencia en todo lo que somos y hacemos.
Ximena de Camacaro
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