Confía


  "CONFÍA”.

Si el ser humano quiere consolidar alguna área de su vida o un proyecto en particular, debe comenzar por entender que hay partes de su cuerpo que TIENE que APRENDER a DOMINAR, de lo contrario vivirá en un continuo AUTOSABOTEO. La mente es una de ellas, ella puede estar llena de ingenio, pero a su vez tener la capacidad para destruir ese ingenio.


Fuimos diseñados de tal manera que la mente es el receptáculo que recibe todo, y dependiendo del dominio que tengamos de ella será la manera que respondamos ante una situación. Por eso pienso que si no aprendemos a dominarla ella misma nos mantendrá en una continua derrota.


Quiero a través de dos (2) Salmistas, mostrarles la importancia de dominar la mente, ya que si no lo hacemos podemos orar por nuestros problemas y no veremos que nada sucede.


El primero de ellos fue Asaf, el mismo que compuso el salmo 73, para mi Asaf tenía una lucha grandísima con su mente, y cuándo entraba a la presencia de Dios iba en una actitud de derrota, iba con continuos cuestionamientos, pero a la final algo sucedía allí, podía pasar de la incertidumbre más grande que puede sentir alguien a un consuelo total.


<<Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. TODA la NOCHE ORÉ con las manos levantadas hacia el cielo, PERO MI ALMA NO ENCONTRÓ CONSUELO>>. Salmos 77:2 NTV


Esto no tiene sentido, que recurramos a Dios en oración en medio de las dificultades y salgamos de su presencia como si nada hubiese ocurrido allí. Este Salmista dijo: *TODA la NOCHE ORÉ con las manos levantadas hacia el cielo, PERO MI ALMA NO ENCONTRÓ CONSUELO*, en otras palabras, hubo algo que estaba estorbando allí, porque podemos salir de oración quizás sin una respuesta inmediata a nuestra petición, pero jamás saldremos sin consuelo de allí.


Y en su desconsuelo, su mente era bombardeada por una serie de preguntas sin sentido: Salmos 77:7-‬9 NTV <<¿Me HABRÁ RECHAZADO para siempre el Señor? ¿NUNCA MÁS VOLVERÁ a SER BONDADOSO conmigo? ¿Se ha IDO PARA SIEMPRE su AMOR INAGOTABLE? ¿HAN DEJADO de CUMPLIRSE sus PROMESAS para siempre? ¿Se HA OLVIDADO DIOS de SER BONDADOSO? ¿HABRÁ CERRADO de un portazo la entrada a su COMPASIÓN? Interludio>>


No podemos entrar a la presencia de Dios en oración por nuestras dificultades y salir de allí peor. Por eso es importante que aprendemos a dominar nuestra mente.


<<Y yo digo: «Este es mi destino; el Altísimo volvió su mano contra mí». Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh Señor; recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados. Siempre están en mis pensamientos; no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas>>. Salmos 77:10-‬12 NTV‬


Me imagino que el salmista ASAF fue un hombre que lucho mucho con su mente, esta era continuamente atacada y creo que no le era fácil dominarla porque en sus intervenciones vemos muchos cuestionamientos, pero a la final, lograba dominarla y centrar sus pensamientos en la grandeza de Dios.


El segundo Salmista era David, cuando leemos sus salmos vemos que este hombre no necesitaba de nada ni de nadie para el mismo impulsarse a seguir adelante. En sus salmos veo la descripción del panorama que estaba viviendo, como se sentía ante tal situación, pero también como visualizaba a Dios al control de sus problemas y dándole una solución.


Un ejemplo de esto es el Salmo 63, estando escondido de sus enemigos en el desierto de Judá, se acercó a Dios en oración y esto fue lo que compuso:


<<Recostado, me quedo despierto pensando y meditando en ti durante la noche. COMO ERES MI AYUDADOR, canto de alegría a la sombra de tus alas. ME AFERRO a TI; TU FUERTE MANO DERECHA ME MANTIENE SEGURO. Pero los que traman destruirme acabarán arruinados; descenderán a las profundidades de la tierra>>.

Salmos 63:6-‬9 NTV‬


Asaf se preguntaba: ¿Me HABRÁ RECHAZADO para siempre el Señor? ¿NUNCA MÁS VOLVERÁ a SER BONDADOSO conmigo? Mientras que David pensaba: COMO ERES MI AYUDADOR, ME AFERRO a TI; TU FUERTE MANO DERECHA ME MANTIENE SEGURO.


Ambos eran hombres de Dios, adoradores, personas que ministraban la presencia del Señor, pero Asaf era como calimero: ¡nadie me quiere, todos me odian! ¡Soy un incomprendido! Mas David, no perdía ni su tiempo, ni invertía su preciosa mente en darle cabida a tantos pensamientos que lo agotarán o desanimara, comprendió que solo Dios podía traer el alivio que necesitaba.


Consejos:


1_ "BLINDA tu MENTE de todo posible ATAQUE". Tienes que aprender a conocer que cosas te desestabilizan y no dejes que hagan nido en tu cabeza como sucedía con Asaf.  Lee Filipenses 4:8


2_ Además de orar, comprende que ÚNICAMENTE DIOS puede SATISFACER tus NECESIDADES más SENTIDAS y confía plenamente en él como lo hacía David. Salmo 37:5


Ximena de Camacaro

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