Los porqué del sufrimiento

 Los porqué del SUFRIMIENTO*.

Hay tantas situaciones que nos causan dolor diariamente al punto de llegar a desestabilizarnos, y hemos tenido que aprender a soportar ese dolor, a convivir algunas veces con él, o a tomar medidas para remediarlo. Más, nadie espera que también seguir el camino de Cristo implique tener que sufrir en algunos momentos, pero es así, de hecho, no podemos crearles falsas expectativas a las personas de que seguir a Cristo nos exonera del dolor, lo que sí sucede es que “entendemos el porqué del sufrimiento”.

Pero quiero decirles que hay varias causas por las cuales el sufrimiento toca a nuestra puerta, pero hoy quiero hablarles de dos razones en particular: 1_ “El ocasionado por las PERSECUCIONES que RECIBIMOS por SEGUIR a CRISTO”, y 2_ “El SUFRIMIENTO que PROVIENE de DIOS COMO CONSECUENCIA de llevar una VIDA en PECADO”.

Es por eso que el Apóstol Pedro nos enseñó: <<Queridos hermanos, no se extrañen del FUEGO de la PRUEBA que están soportando, como si fuera algo insólito>>. 1 Pedro 4:12 NVI

“En un MUNDO CAÍDO por el PECADO es NATURAL que se GENEREN CONSECUENCIAS a causa de este”, y lo vemos ahora, la violencia ha engendrado violencia y todos hemos sido víctimas de esto, la moral caída ha levantado tantas aberraciones en el ser humano, y esto ha afectado a casi todas las familias. PEDRO, nos advierte que los tiempos serán tan difíciles que las pruebas serán como “PRUEBAS de FUEGO”. Y literalmente nos hemos sentido así, las pruebas que estamos padeciendo son tan fuertes que, si no fueran por el aliciente que nos da el Señor, creo que muchos no lo soportaríamos. Todo esto nos causa sufrimiento, pero con Cristo estamos fortalecidos.

Como dije, hay sufrimientos propios de una vida apartada del Señor como cita el Apóstol Pedro, como los que son producto de conductas pecaminosas como robar, matar, inmoralidades y pasiones sexuales, fiestas desenfrenadas, adoración a ídolos, etc. Tenemos que saber que NO HAY CONSUELO en el SUFRIMIENTO cuando es generado por el pecado y la necedad.

Pero también hay un sufrimiento por ser cristianos, seremos rechazados por muchos por predicar la verdad, nuestro estilo de vida no se ajustará a los estándares de un mundo en pecado y seremos rechazados por esto, nuestra forma de pensar y actuar ocasionará críticas y censuras fuertes por aquellos que incitan a otros a pecar. Y con relación a esto la escritura dice:

<<Pero, si alguien SUFRE POR SER CRISTIANO, que no se avergüence, sino que ALABE a DIOS por llevar el nombre de Cristo. Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡CUÁL NO SERÁ EL FIN DE LOS QUE SE REBELAN CONTRA EL EVANGELIO DE DIOS!>> 1 Pedro 4:16-17 NVI

Cuando pasamos por “PRUEBAS de FUEGO por ser CRISTIANOS”, nos hacemos parte del sufrimiento de Cristo y en esta clase de sufrimiento, recibiremos el apoyo total de Dios. Lo primero que recibiremos será *su PAZ que SOBREPASA nuestro ENTENDIMIENTO*, pero también recibiremos *CONSUELO del Espíritu Santo*.

Que podemos hacer ante el sufrimiento:

1_ Oremos para que el Espíritu Santo quite toda venda o ceguera espiritual y podamos estar claros si la vida que llevamos es agradable o no al Señor. “Que APRENDAMOS que lo MALO es MALO y lo BUENO es BUENO”.

2_ “Si el SUFRIMIENTO es a causa del PECADO, que el ESPÍRITU SANTO NOS TRAIGA CONVICCIÓN para romper con estos pecados”.  Y si “el SUFRIMIENTO es a causa de CRISTO, entonces que el Espíritu Santo nos dé la PACIENCIA para enfrentar la adversidad”.

3_ “Los SUFRIMIENTOS GENERADOS por la LEALTAD a Dios, traen la FORTALEZA NECESARIA de Cristo”. Hay sufrimientos que pueden evitarse cuando cambiamos de dirección en nuestras vidas y alineamos todas las decisiones al Señor.

4_ “Las DISCIPLINAS a las que nos exponemos por el pecado, son buenas porque PRODUCEN FRUTO de ARREPENTIMIENTO en nuestras vidas”. Hebreos 12:7 Tenemos que estar claros, *QUE LOS CRISTIANOS SEREMOS los primeros en ser corregidos por Dios*.

Y por último, oremos para "TENER LA ACTITUD que CRISTO TUVO FRENTE AL SUFRIMIENTO". 

Ximena de Camacaro