Una DECISIÓN SALOMONICA

UNA DECISIÓN SALOMÓNICA. 

Siempre he dicho que hay decisiones de decisiones, es decir, hay decisiones que no son fáciles de tomar y donde necesitaremos pedir a Dios toda la sabiduría necesaria, pero también tendremos que buscar el consejo de otros para estar más claros en lo que vamos a decidir. 

La biblia relata una historia donde estaban involucradas dos mujeres prostitutas y sus bebés recién nacidos. Aconteció que en una noche una de ellas estando dormida dio vuelta sobre el niño y lo mató por descuido, de inmediato fue donde estaba la otra mujer e intercambio los niños. La otra mujer cuando va a alimentar a su niño se da cuenta de lo que estaba pasando. Así que llevaron su disputa ante el Rey Salomón para que fuera él quien decidiera por ellas (Leer 1 Reyes 3:16_21)

<<La segunda mujer dijo: —¡No! Mi hijo está vivo y el tuyo está muerto. Pero la primera respondía: —¡No! ¡Tu hijo es el muerto y el mío está vivo! Así hablaban al rey. 1 Reyes 3:22 PDT

<<Entonces el rey dijo: «Aclaremos los hechos.  Las DOS afirman que el NIÑO QUE ESTÁ VIVO es SUYO, y CADA UNA dice que el que ESTÁ MUERTO PERTENECE a la OTRA. Muy bien, tráiganme una espada». Así que le trajeron una espada. Luego dijo: «¡PARTAN al NIÑO que ESTÁ VIVO en DOS, y DENLE LA MITAD DEL NIÑO a UNA y la OTRA MITAD a la OTRA!». 1 Reyes 3:23‭-‬25 NTV

¿Qué DECISIÓN ERA ESA? ¿El segundo niño también debía morir? ¿En dónde estaba la SABIDURÍA en este CONSEJO? 

<<Entonces la VERDADERA MADRE del NIÑO, la que lo amaba mucho, gritó: «¡Oh no, mi señor! ¡DENLE el NIÑO a ELLA, pero, por favor, no lo maten!». En cambio,, la OTRA MUJER dijo: «ME PARECE BIEN, así no SERÁ NI TUYO NI MÍO; ¡DIVÍDANLO entre las dos!». Entonces el rey dijo: «NO MATEN al niño; DÉNSELO a la MUJER que desea que viva, ¡porque ella es la madre!».

1 Reyes 3:26-‬27 NTV

Esta forma de DIRIMIR este conflicto fue tan SABÍA, que hasta el día de hoy cuando vamos a tomar una decisión difícil decimos: NECESITAMOS una DECISIÓN SALOMÓNICA. 

Se habla así de <<una decisión salomónica cuando se BUSCA la SOLUCIÓN SABÍA y JUSTA entre dos posturas>>. 

Pregúntese: ¿Será que algunas DECISIONES deben ser SABÍAS y JUSTAS, o todas nuestras decisiones deberían ser SABÍAS y JUSTAS?

Creo que TODAS nuestras DECISIONES DEBEN SER SALOMÓNICAS, es decir *SABÍAS y JUSTAS*. No podemos tener un sentido de justicia para algunas cosas o actuar con justicia frente a unas personas y otras no. 

Ordenando la muerte del niño Salomón se dio cuenta quien era la verdadera madre. En OCASIONES DEBEMOS LLEVAR CONVERSACIONES A EXTREMOS DÓNDE NO QUISIÉRAMOS LLEGAR, con el FIN de que la VERDAD SALGA a la LUZ. Muchos le huyen a ese tipo de conversaciones, pero déjenme decirles que son necesarias aprender a tenerlas. 

También vemos que para TOMAR DECISIONES SALOMÓNICAS, muchas veces NECESITAREMOS la INTERVENCIÓN de un ÁRBITRO, cosas que rechazan muchos. ¿Saben porque ERRAMOS TANTO en nuestras DECISIONES? Porque nos encanta hacernos sabios en nuestra propia inteligencia. 

Los Árbitros que elijamos deben tener claro su sentido de justicia e imparcialidad, la idea es decidir a favor de la verdad y para ello las partes deben dejar a un lado sus intereses personales. 

Salomón no solo falló a favor de la verdad, sino que su decisión evidenció la sabiduría que Dios le había dado:

 <<Cuando el pueblo se enteró de la DECISIÓN que HABÍA TOMADO el rey, todos en Israel QUEDARON ADMIRADOS PORQUE RECONOCIERON la SABIDURÍA que DIOS le HABÍA DADO PARA IMPARTIR JUSTICIA>>.

1 Reyes 3:28 NTV

Podemos concluir lo siguiente:

1_ LAS DECISIONES SALOMÓNICAS SU FINALIDAD ES IMPARTIR JUSTICIA. Si el resultado de nuestras decisiones no está basado en la justicia, no las podemos tomar así sean totalmente beneficiosas para nosotros. 

2_ Es DESHONESTO PENSAR SOLAMENTE en una PARTE CUANDO SE VA a DECIDIR SOBRE ALGO, siempre debemos ponernos en los zapatos de los demás. 

3_ NO TODAS LAS DECISIONES LAS DEBES TOMAR SOLO(a), hay asuntos que REQUIEREN la INTERVENCIÓN de un CONSEJERO SABIO. 

4_ SE REQUIERE TENER HUMILDAD para ACEPTAR que NO NOS LA SABEMOS TODAS. 

Ximena de Camacaro