Más que VENCEDORES

Más que VENCEDORES.

Ante de seguir este camino con el Señor, sentía que vivía como en una continua derrota, la mayoría de veces no sabía cómo manejar los problemas. Creía que todo se valía en ese campo de batalla, que cualquier arma que usara era valedera, que toda estrategia era permitida, lo importante era vencer y nada más. 

Y aunque gané muchas batallas, a la final me sentía derrotada, me sentía mal, porque en mi interior sabía que había procedido mal en algunos asuntos, pero eso es lo que nos enseña *el SISTEMA del MUNDO, que para salir VENCEDOR o VICTORIOSO en cualquier situación, se puede hacer lo que sea*. 

El problema es que mientras estemos en esta tierra, nos seguiremos *ENFRENTANDO al mismo SISTEMA del MUNDO*. Si bien es cierto, unas cuantas personas podemos cambiar, pero el sistema del mundo no sólo no cambia, sino que cada día es peor. Pero ya como hijo de Dios, no podemos pensar en vencer las batallas como lo hacíamos antes, no podemos usar las mismas artimañas. 

1 Juan 5:4‭-‬5 NTV <<Pues todo hijo de Dios VENCE a ESTE MUNDO DE MALDAD, y LOGRAMOS esa VICTORIA por MEDIO de NUESTRA FE. ¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios>>.

Entonces vemos varias cosas:

1. Hay un MUNDO de MALDAD QUE DEBEMOS ENFRENTAR y eso hay que enseñarlo a las personas. Aunque comprendo que cuando yo misma era parte de ese mundo de maldad, me molestaba que me lo dijeran. Sentía que me hacían un ataque personal, ahora comprendo que *ATACABAN LAS COSAS QUE YO COPIABA DEL MUNDO MÁS NO a MÍ*. La gente me amaba, y por amor querían abrir mis ojos ante el sistema corrupto donde me movía. 

2. Lo segundo que aprender es que: "Nuestra FE NOS DA la VICTORIA SOBRE el Mundo". En otras palabras DIOS NOS EQUIPA para VENCER las BATALLAS en ese MUNDO de MALDAD. A través de una vida de devoción con Dios, vamos siendo entrenados y equipados por el Espíritu Santo para pelear cada batalla contra la maldad. Como dice la escritura: "debemos VENCER el MAL con el BIEN". 

Lo menos que esperamos es que Dios nos diga que *el MAL LO VENCEREMOS CON EL BIEN*, cuando el sistema del mundo nos enseñó que, *EL MAL SE VENCE CON EL MAL*, por eso es que vemos venganzas, resentimientos y odios. 

Y dice la escritura, ¿Y QUIÉN PUEDE GANAR ESTA BATALLA CONTRA el MUNDO? ÚNICAMENTE *el que CREE en JESUCRISTO*, nadie más. 

Esa pregunta *nos DEJA CLARO que la BATALLA es contra un MUNDO de MALDAD*, y que bueno que hoy la gente que se mueve en ese mundo de maldad puedan saber que cuando alguien les diga algo, se los dicen porque los aman y no por nada malo. Es bueno saber que DIOS SE LEVANTA CONTRA este SISTEMA del MUNDO por AMOR a las personas que hacen parte de ese sistema. 

Los cristianos de todas las épocas han enfrentado persecución, prisiones, enfermedades, y ante esas situaciones quizás muchos han creído que Dios lo abandonó, por eso El Apóstol Pablo nos entregó una de las más hermosas promesas ante las dificultades, y dice así: 

Romanos 8:37 NVI <<Sin embargo, *EN TODO ESTO SOMOS MÁS que VENCEDORES* por medio de aquel que nos amó>>.

Tenemos dos posiciones que escoger: *somos  VENCEDORES o salimos  VENCIDOS*. Espero que al conocer esta verdad, confíen que en *CRISTO SOMOS MÁS QUE VENCEDORES*, porque ÉL VENCIÓ ese mundo de maldad en la cruz del calvario. 

¿Queremos ALCANZAR VICTORIAS contra el MUNDO? Pues preparémonos espiritualmente para pelear las batallas necesarias en este mundo de maldad. En ese tiempo de luchas aprenderemos lecciones poderosas, y cuando estemos  preparados para recibir la bendición, también Dios nos preparará para terminar esa batalla. Así que *toda bendición viene precedida de una gran batalla*. Y esto ha sido bueno, porque cuanto lleguen las victorias, nos llevará a valorar y agradecer enormemente lo que recibamos.

Así que, no pretendamos obtener victorias si antes no peleamos contra este sistema que pretenden devorarnos. 

_ ¿Crees que los problemas te hacen fuerte o te debilitan cada vez más?

Recuerda: *EN TODO ESTO SOMOS MÁS que VENCEDORES* por medio de aquel que nos AMÓ.

Ximena de Camacaro