ROBLES DE JUSTICIA
Cuando escuchamos la palabra "FAVOR", de inmediato pensamos en una ayuda o un servicio que le podamos prestar a alguien, impulsado por un sentimiento de aprecio hacia esa persona. Y creo que esta época en especial es muy propicia para REALIZAR o RECIBIR FAVORES de TODA ÍNDOLE debido a la crisis que atraviesa el mundo.
Pensando en esto, meditaba en una cita que está en el libro del Profeta Isaías, en donde habla “del AÑO DEL FAVOR DEL SEÑOR”, y lo que implica ese favor en la vida de una persona.
ISAÍAS 61:1_3 dice, <<El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para (a) ANUNCIAR buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado (b) a SANAR los corazones heridos, (c) a PROCLAMAR liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros, (d) a PREGONAR el AÑO del FAVOR del SEÑOR y el día de la venganza de nuestro Dios, (e) a CONSOLAR a todos los que están de duelo, (f) y a CONFORTAR a los dolientes de Sión. Me ha enviado (g) a DARLES una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados ROBLES de JUSTICIA, PLANTÍO del SEÑOR, para mostrar su gloria>>. Isaías 61:1-3 NVI
Esta profecía fue sobre Jesucristo y algunos de los beneficios de su “PLAN de SALVACIÓN”, y en el evangelio de Lucas 4:21, hay una expresión donde afirma, "HOY SE CUMPLE esta ESCRITURA en PRESENCIA de ustedes".
El primer (1er) regalo o favor que Cristo dio a conocer fue “su PLAN de SALVACIÓN para la humanidad”. Es por eso que nuestro deber con toda persona es, PREDICARLE el EVANGELIO, esas buenas noticias en medio de su aflicción. En el plano humano podemos intentar realizar diferentes tipos de favores a alguien, pero esto podría satisfacer una necesidad momentánea, pero el EVANGELIO TRAERÁ una SATISFACCIÓN TOTAL, Jesucristo es la respuesta ante todas las carencias humanas.
La segunda (2) parte de su FAVOR es “SANAR los corazones heridos”. La presencia de Jesús en nosotros es como un bálsamo cicatrizante sobre las heridas de los corazones quebrantados. Tu y yo fuimos consolados por él y podemos en su nombre consolar a otros. Muchos dicen, ¡no tengo el don para consolar a nadie! No se necesita un don para hacerlo, sino tener la sensibilidad ante el dolor de los demás como si fuera el nuestro. Una palabra de ánimo en un momento de aflicción es la mejor venda para un corazón quebrantado. Y la Escritura está llena de promesas para consolar al afligido.
La tercera (3era) parte de este favor consiste en, “PROCLAMAR liberación a los cautivos y LIBERTAD a los prisioneros”. En la cruz del calvario, Jesús anuló la deuda que teníamos por nuestros pecados y trajo libertad no sólo sobre el pecado, sino que liberó al hombre de su cautividad emocional y religiosa. La peor prisión que sufren muchos es la prisión emocional, el sentirse preso de un sentimiento que no sabe cómo manejar, sentirse preso de alguna circunstancia, y nosotros podemos a través de las buenas nuevas del evangelio, hacerles conocer las herramientas poderosas que hay en las escrituras para alcanzar esa libertad tan anhelada que quieren y necesitan muchos.
Lo cuarto (4to) de este favor es, “PREGONAR el AÑO del FAVOR del SEÑOR y el DÍA de la VENGANZA de nuestro Dios". Muchos creen que estos tiempos de adversidad sólo hay que animar y consolar a las personas y decirles que todo estará bien, pero la gente necesita saber que así como este puede ser el AÑO DEL FAVOR de DIOS, también hay UN DÍA DE SU IRA contra aquellos que se declaran enemigos del Señor.
La quinta (5ta) parte de este favor es, “CONSOLAR a todos los que están de duelo”. Uno de los roles principales de nuestro Señor Jesucristo es el *de CONSOLADOR*, cuando él llega a nuestras vidas se producen cambios radicales en nuestros estados de ánimo, produce un gozo indescriptible, una alegría a pesar de las dificultades.
Recibir EL FAVOR del SEÑOR TRAE RESULTADOS MARAVILLOSOS, dice que nos CONVERTIREMOS en un ROBLE de JUSTICIA que el SEÑOR HA PLANTADO para su gloria.
El ROBLE SIMBOLIZA lo SÓLIDA y FUERTE que llega a ser una persona en Cristo y como con el Señor podemos resistir los golpes de la vida.
Es necesario “SER PLANTADOS en el Señor”. El profeta Jeremías dijo: »Bendito el hombre que CONFÍA en el SEÑOR y PONE su CONFIANZA en él. Será como un ÁRBOL PLANTADO junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; NO TEME que LLEGUE el CALOR, y sus HOJAS ESTÁN SIEMPRE VERDES. En ÉPOCA de SEQUÍA NO SE ANGUSTIA, y nunca deja de dar fruto». Jeremías 17:7-8 NVI
Hoy les invito para que aquellos amigos que aún no conocen de Cristo, les comparta esta buena noticia y ellos estarán en plena libertad de decidir si quieren permitir que “ESTE SE CONVIERTA EN EL AÑO DEL FAVOR DE DIOS SOBRE SUS VIDAS”.
Ximena de Camacaro
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