Desde las CENIZAS

DESDE LAS CENIZAS. 

"La ceniza era muy empleada en la cultura bíblica para EXPRESAR ARREPENTIMIENTO. Cuando se cometía alguna falta contra Dios y se quería hacer penitencia, las personas se cubrían con ceniza desde la cabeza".

Ahora no usamos este simbolismo de las cenizas para cubrirnos en señal de arrepentimiento porque nuestra cultura es diferente. Cuando leemos las escrituras vemos que NO SE NOS DEMANDA ACCIONES EXTERNAS sino ACTITUDES INTERNAS. Lo que sí está claro es que DIOS DEMANDA de nosotros un ARREPENTIMIENTO GENUINO.

Pero otra aplicación que le solemos dar a las cenizas, se da como una EXPRESIÓN del ÚLTIMO ESTADO en el que QUEDA REDUCIDO una PERSONA, por ejemplo, cuando sale de una mala relación exclamamos: ¡prácticamente tocó recogerla del piso como si fuera cenizas! 

Las cenizas es lo último que queda después de un terrible incendio, y es así como hemos quedados muchos después de tantas pruebas difíciles que hemos vivido. Quedamos en estados de depresión donde requerimos de una ayuda profesional para levantarnos de las cenizas. 

Muchos, al verse en cenizas creen que todo terminó para ellos, pero vengo a decirte que *es POSIBLE RESURGIR desde las CENIZAS*.

La vida emocional y física del siervo Job, quedó reducida a cenizas después de dos (2) ataques recibidos por Satanás. Lucifer no podía creer que hubiese alguien tan íntegro delante de Dios y provocó la muerte de sus hijos, siervos, la destrucción de todas sus posesiones, y no bastando con eso, le puso llagas que lo cubrían de cabeza a pies (claro está, con la anuencia de Dios). 

En medio de ese desierto permitió que saliera de su boca toda clase de quejas, lamentos, reclamos contra Dios, al punto de enfrentarlo y desafiarlo para que se EVIDENCIARA y le hiciese un JUICIO PERSONAL, Job le decía: "TÚ ME LLAMARÁS y YO TE RESPONDERÉ", se necesita tener una certeza de fidelidad para atrevernos a desafiar a Dios así. 

Y vemos a Dios respondiendo a los desafíos de Job y aunque comprendía su estado de ansiedad, impotencia, dolor, aun le dejó ver el desconocimiento que tenía de quien era Dios y de su grandeza: <<El Señor le respondió a Job desde la tempestad. Le dijo: «¿QUIÉN es ESTE, QUE OSCURECE MI CONSEJO CON PALABRAS CARENTES de SENTIDO? PREPÁRATE a HACERME FRENTE; yo voy a interrogarte, y tú me responderás>>. Job 38:1‭-‬3 NVI

Cuando estamos SUMERGIDOS ENTRE CENIZAS podemos CAER en el ERROR de DUDAR de la SABIDURÍA de DIOS mediante PALABRAS IGNORANTES, PALABRAS CARENTES de CONOCIMIENTO. No me imagino cuando se volteó la tortilla y fue el mismo Dios quien realizaría un interrogatorio a Job. 

Pero está confrontación que Dios le realizó a Job en los capítulos 38 a 41, hizo que este hombre comprendiera hasta donde había llegado por su dolor. Después de tener un ENCUENTRO SOBRENATURAL con DIOS y VER LO NECIO que había sido, se cubrió su cuerpo de cenizas en señal de arrepentimiento, (en su cultura las cenizas eran una evidencia ante todo mundo que la persona estaba arrepentida de algo). 

<<Entonces Job respondió al Señor: «SÉ que TODO LO PUEDES, y que NADIE PUEDE DETENERTE. Tú preguntaste: “¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?”. Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía nada, cosas demasiado maravillosas para mí. Tú dijiste: “¡Escucha y yo hablaré! Tengo algunas preguntas para ti y tendrás que contestarlas”. HASTA AHORA SOLO HABÍA OÍDO de TI, PERO AHORA te he VISTO con MIS PROPIOS OJOS. ME RETRACTO DE TODO lo que dije, y me siento en polvo y CENIZA en SEÑAL de ARREPENTIMIENTO*». Job 42:1‭-‬6 NTV

La única manera de *LEVANTARNOS desde las CENIZAS*, es que podamos hacer un alto en el camino como lo hizo Job, tengamos el valor de reconocer que hemos pecado contra Dios y nos hagamos el propósito de enmendar nuestra conducta.

Podemos resurgir en la vida de esos lugares donde hemos caído, cuando tenemos el valor de hacer lo siguiente:

1_ RECONOCEMOS nuestra CONDICIÓN de PECADORES delante de Dios. 

2_ Tenemos la HUMILDAD de RECONOCER que Dios NO es CULPABLE de nuestros DESACIERTOS. 

3_ NOS LEVANTAMOS desde las CENIZAS en que quedamos en señal de ARREPENTIMIENTO. 

Ximena de Camacaro