CONVERGENCIA

CONVERGENCIA. 

Siempre hemos escuchado enseñar que TODAS NUESTRAS ORACIONES DEBEN estar DE ACUERDO a la VOLUNTAD DE DIOS, y quizás eso excluiría nuestra voluntad. Pero cuando leemos los Evangelios y vemos a Jesús realizando preguntas a algunas personas con relación a lo que esta gente esperaba de él, podríamos deducir que para DIOS también es IMPORTANTE lo que nosotros pedimos de acuerdo a nuestra necesidad. 

De allí el tema de hoy lo titulé: *CONVERGENCIA*, es decir, cuando la NECESIDAD del HOMBRE CONVERGE con el DESEO de DIOS. Y muchos pensarán que esos o son casos excepcionales o se trata de personas super espirituales, pero no es así. 

Es el caso de un mendigo ciego de nacimiento llamado Bartimeo, el cual al ver que Jesús pasaba le grito: ¡Jesús, hijo de David ten compasión de mí! La gente lo reprendía, pero él gritaba lo mismo cada vez más fuerte. Jesús no fue indiferente a su clamor y lo hizo llamar. Y cuando estaba cerca le preguntó:

<<— ¿QUÉ QUIERES que HAGA POR TI? —preguntó Jesús. —Mi Rabí —dijo el hombre ciego—, ¡QUIERO VER!>> Marcos 10:51 NTV

¿Qué CLASE de pregunta era esa? ¿Qué puede esperar un ciego? VER, ¿verdad? 

Bartimeo no había realizado nada especial, no tenía un currículo espiritual espectacular, era un hombre común y corriente que lo único que tenía era una situación imposible de resolver, pero ahora estaba escuchando que Jesús estaba haciendo toda clase de milagros y esta era la oportunidad de conseguir el suyo, SU NECESIDAD CONVERGIO con la VOLUNTAD de JESÚS. 

Aquí vemos la respuesta de Jesús: <<Y Jesús le dijo: —Puedes irte, pues tu FE TE HA SANADO. Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino>>. Marcos 10:52 NTV

¿Qué provocó su SANIDAD? SU FE. Entonces vemos que Jesús ve más allá de lo que pensamos, este hombre tenía FE en JESÚS para ser sanado. 

El segundo hombre al que me referiré, era una persona enferma por 38 años, cuando Jesús se le acercó le preguntó lo siguiente:

<<Entre ellos se encontraba un HOMBRE INVÁLIDO que llevaba enfermo treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó:  —¿QUIERES QUEDAR SANO?>> Juan 5:5‭-‬6 NVI

Otra pregunta quizás sin sentido para los que escuchaban. ¿Qué más va A QUERER alguien que ha estado en esta condición por 38 años sino caminar? Pero detrás de cada interrogante había un por qué, Jesús quería evidenciar otras situaciones a través de sus preguntas. 

Resulta que en este lugar había un estanque llamado *BETESDA*, en donde permanecía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, y bajaban allí y dice que recuperaban la salud. Pero este hombre jamás podía bajar a las aguas por su condición, así que vemos que a diferencia del ciego que salió en busca de Jesús, en este caso, Jesús fue el que se le acercó. 

Juan 5:7 NVI <<—Señor —respondió—, NO TENGO a NADIE QUE ME META en el Estanque mientras se agita el agua y, CUANDO TRATO DE HACERLO, otro se mete antes>>.

El hombre tenía una JUSTIFICACIÓN del porqué no había conseguido su sanidad. Él dijo, ¡yo HE TRATADO de BAJAR! y creo que es lo que Dios espera de nosotros, que al menos estemos tratando de hacer algo para mejorar nuestra situación. 

Esto fue lo que respondió Jesús: <<— LEVÁNTATE, RECOGE tu camilla y ANDA—le contestó Jesús. Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. Pero ese día era sábado>>. Juan 5:8‭-‬9 NVI

Se contaba, que todos los enfermos sanaban cuando bajaban al estanque al movimiento de las aguas, pero Jesús hizo una excepción con este hombre y lo sanó sin necesidad de entrar allí. 

Hay veces que no hay una CONVERGENCIA entre la VOLUNTAD de DIOS y nuestra NECESIDAD, por las LIMITACIONES que nosotros mismos NOS HEMOS IMPUESTO, pero este no era el caso, el hombre lo había intentado mucho y no lo había conseguido. 

Jesús ejerció su autoridad y le dio esta orden: LEVÁNTATE, RECOGE y ANDA. Dios hará con cada enfermo como mejor le parezca. Lo importante es que SIEMPRE SU VOLUNTAD VA a CONVERGER CON NUESTRA NECESIDAD.

Quiero decirles:

1_ NO NECESITAMOS MÉRITOS para CONSEGUIR un milagro. 

2_ Tenemos que APRENDER de BARTIMEO a salir corriendo en busca del Señor si queremos un milagro. 

3_ Tenemos que aprender del  PARALÍTICO A INTENTAR AGOTAR TODOS LOS RECURSOS POR CONSEGUIR nuestros MILAGROS. 

Recuerda: "HOY TU NECESIDAD PUEDE CONVERGER con la VOLUNTAD de DIOS". 

Ximena de Camacaro