RETENIENDO o SOLTANDO
RETENIENDO o SOLTANDO
Hay muchas maneras de RETENER o SOLTAR las bendiciones económicas. Todos quisiéramos un poco más de lo que tenemos, sobre todo cuando lo que percibimos no es suficiente para cubrir ni siquiera las necesidades básicas como un techo digno donde vivir, comida, ropa, salud y educación. LO QUE ALGUNOS DESCONOCEN ES QUE SOLTAR PARTE DE LOS RECURSOS FINANCIEROS ES LA MEJOR FORMA DE QUE SE MULTIPLIQUEN ESTOS.
Cuando se trata del dar esperamos a que las cosas mejoren para hacerlo, ¿verdad? Es por esto que dar en los tiempos de crisis tiene que ver más con un ASUNTO de FE, y de creer que el Señor nos puede suplir más de lo que necesitamos.
Creo que uno de los principios financieros más poderosos de la escritura está en una de las cartas escritas por el Apóstol Pablo cuando enseñó: <<Recuerden esto: El que SIEMBRA ESCASAMENTE, ESCASAMENTE COSECHARÁ, y el que SIEMBRA en ABUNDANCIA, en ABUNDANCIA COSECHARÁ. Cada UNO debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría>>. 2 Corintios 9:6-7 NVI
Pablo les enseñó a los Corintios que si querían SOLTAR BENDICIONES ECONÓMICAS DEBÍAN SEGUIR DESARROLLANDO la GENEROSIDAD en ellos. No todas las personas nacen con este don para dar, y muchos cuando lo hacen, dan o de mala gana o porque se sienten obligados, más esto es una actitud equivocada.
Por sus palabras podríamos pensar que Pablo temía que no todos los hermanos de la iglesia de los Corintios estuviesen claros con este principio de dar, y que titubearan al momento de tener que hacerlo y eso les pasa a muchas personas también en estos tiempos, titubean muchísimo al momento de dar porque temen no poder cubrir sus necesidades. Les ASEGURÓ que DIOS NO ES EL QUE RETIENE LAS BENDICIONES SINO las mismas personas, si ALGUIEN DA POCO, RECIBE POCO.
Podemos ver en este versículo que: “LA DISPOSICIÓN DE DAR ES MÁS IMPORTANTE QUE LA CANTIDAD DADA”. La biblia dice que donde está nuestro tesoro allí también estará nuestro corazón, por eso cuando SOLTAMOS o RETENEMOS nuestros recursos lo que estamos evidenciando es el rol que desempeña el dinero en nosotros.
Cuando dijo: “CADA UNO DEBE DAR”, comprendemos que nuestra generosidad no puede estar condicionada a si alguien como mi cónyuge u otra persona la aprueba. Ese cada uno implica nuestra relación con el Señor, porque es Dios quien produce ese deseo de que le honremos con lo que recibimos de sus manos. Lo ideal es que entre los cónyuges hubiese ese mismo sentir, pero si no lo hay, ninguno de los cónyuges puede interferir en tu relación con Dios.
Otra parte del versículo dice: “dar según lo que haya DECIDIDO en su corazón, no de mala gana ni por obligación, PORQUE DIOS AMA AL QUE DA CON ALEGRÍA”, entonces el dar tiene que ver con una decisión y esa decisión jamás puede estar sustentada en que te sientas presionado por alguien sino porque nace en tu corazón.
En el capítulo anterior Pablo les puso como ejemplo la generosidad de la iglesia de Macedonia: <<En medio de las PRUEBAS MÁS DIFÍCILES, su DESBORDANTE ALEGRÍA y su EXTREMA POBREZA abundaron en rica generosidad. Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. 2 Corintios 8:2-4 NVI..
Los Macedonios no estaban pasando por cualquier prueba, *ERAN PRUEBAS DIFÍCILES*, y aun así eran generosos. Me llama la atención cuando hace la comparación: “DESBORDANTE ALEGRÍA y su EXTREMA POBREZA”, y aunque parece contradictorio los pobres o personas de escasos recursos en ocasiones son más generosos que aquellos que poseen mayores recursos, pero no solo eso, su actitud al dar es con un amor profundo, mientras que los que poseen siempre dan como si estuvieran dando una limosna, o esperando recibir algo a cambio.
Así que la ESCASEZ o la ABUNDANCIA en nuestra vida financiera está relacionada con las siembras económicas que hacemos. Somos nosotros los que retenemos o soltamos la bendición.
No olvides: El que SIEMBRA ESCASAMENTE, ESCASAMENTE COSECHARÁ, y el que SIEMBRA en ABUNDANCIA, en ABUNDANCIA COSECHARÁ.
Sin embargo, debemos tener claro que dar no es un negocio. NO DAMOS PARA RECIBIR, (aunque recibimos) DAMOS PORQUE HEMOS RECIBIDO.
Ser generosos es algo que nos hace parecernos más a Dios. Pero esta generosidad no debe ser inducida por la manipulación o presión de alguien, sino por un acto espontáneo que refleja una condición interior.
Mi último consejo: No necesitas ser generoso para dar, no necesitas sentirlo, más bien debe ser un acto intencional, que con la práctica constante, se convertirá en un buen hábito que traerá bendiciones retenidas.
Ximena de Camacaro
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