APOLOS

REGADORES

En una de las enseñanzas del Apóstol Pablo a la iglesia de los Corintios, les habló de la importancia del trabajo que tiene cada uno en la obra del Señor. Y presentó la obra como un campo en donde se requiere personas que siembren la semilla, pero además y no menos importante de otros para que la rieguen. 

Entre los Corintios se había generado rivalidades con relación al trabajo que realizaban Pablo y Apolos; unos decían que seguían a Pablo y otros que seguían a Apolos, y esto fue lo que les dijo el Apóstol: << YO SEMBRÉ, APOLOS REGÓ, pero Dios ha dado el crecimiento>>. 1 Corintios 3:6‭ NVI

Cuando dijo: *YO SEMBRÉ, APOLOS REGÓ*, en otras palabras, expresó que el trabajo de ambos era indispensable, los APOLOS SON LOS QUE HACEN que la semilla se siga ESPARCIENDO para DARLE CONTINUIDAD a la obra del Señor.

Algunas personas me dicen: ¡Ojala yo tuviera la facilidad tuya para escribir, le serviría al Señor por este medio! y creo que este pensamiento es tan frecuente, porque lamentablemente hemos exaltado el trabajo de los Pablos, es decir de aquellas personas que siembran la palabra, pero no comprendemos que si por cada Pablo que se levante, NO CUENTA con un GRUPO de APOLOS, su trabajo tendría un límite y no sería tan efectivo en lo que hace.

Todos tenemos un RADIO de ACCIÓN LIMITADO, hay un momento en que ese círculo se cierra y es allí donde se necesita la influencia de los Apolos con sus círculos de amigos. 

Muchos no valoran el trabajo que hacen los REGADORES (que son esas personas que reciben un mensaje y quieren que otros puedan ser edificados con una palabra), pero es necesario valorarlo. Todo campo NO SOLO NECESITA que se le PLANTEN SEMILLA, se REQUIERE QUIEN RIEGUE y CUIDE la semilla hasta que de su fruto. 

Los REGADORES de la semilla son un PUENTE necesario en la obra. Un ejemplo sencillo, Dios me da una semilla para que yo la siembre cada mañana en sus vidas, y cada uno de ustedes como Apolos la comparte con sus amigos, y quizás ellos también la compartan con alguien más. Es por eso, que el trabajo de los Pablos sin la de los Apolos sería incompleto. 

Pablo sigue diciendo: <<Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, SINO SOLO DIOS, QUIEN ES EL QUE HACE CRECER>> 1 Corintios 3:7 NVI

Tu y yo trabajamos para el Señor con estas semillas de su palabra, y el trabajo es importante, pero entra DIOS a HACER la TRÍADA PERFECTA, ÉL es el único que puede tomar esas semillas y hacer que produzcan un resultado y que den un fruto en la vida de los demás. Estos devocionales en mis manos pueden llegar a ser letra muerta si Dios no tomara esta semilla y la hiciera brotar en los corazones de quienes lo leen y a su vez les produzca el deseo de regarla y propagarla. 

1 Corintios 3:8 NVI <<El que SIEMBRA y el que RIEGA ESTÁN AL MISMO NIVEL, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo>>. En otras palabras *NO HAY JERARQUÍAS* dentro del trabajo para Dios, *lo que si HAY es DIFERENTES RESPONSABILIDADES* de acuerdo a lo que Dios deposita en cada uno, y cada uno recibiremos una recompensa de acuerdo al trabajo que hagamos. 

1 Corintios 3:9 NVI <<En efecto, nosotros SOMOS COLABORADORES al SERVICIO de DIOS; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios>>.

Todas las personas a las que se les comparte la semilla de la palabra son la TIERRA que DIOS DECIDIÓ Cultivar, son el EDIFICIO de DIOS, y los que hacemos el trabajo de sembrar y regar somos simples colaboradores. Entender cómo funciona la obra de Dios es tan importante, porque aprendemos que todos somos útiles en este proceso de edificar la casa de Dios. 

Y hoy quería darte las gracias por permitirme trabajar contigo, porque no importa el lugar donde estés te convertiste en el Apolo que Dios puso en mi camino para regar estas semillas. Tu y yo somos colaboradores al servicio del Señor. 

No te desanimes si ves que has regado la semilla y crees que no ha dado fruto. Quiero decirte que el TRABAJO en el Señor no es en vano, Dios se encargará de que cada campo que cultivemos dé los mejores frutos en su tiempo. 

Recuerda, CONVERTIRTE en un APOLOS, no se trata de una POSICIÓN SINO DE UN PRIVILEGIO que Dios te brinda al permitirte ser parte de SU EQUIPO de COLABORADORES. Así que vamos por más. 


Ximena de Camacaro 





 

Comentarios

  1. Que bueno, ayer leí está palabra, y fue una respuesta directa de parte de Dios a mi vida. Muchas gracias ❤️

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