Ser RADICAL SIN SER RELIGIOSO.

SER RADICAL SIN SER RELIGIOSO. 

Hoy en día hay una expresión muy usada "NO SEAS RELIGIOSO", sin embargo, debemos diferenciar entre SER RELIGIOSO y HACER LO CORRECTO. No podemos usar la expresión NO SER RELIGIOSO para IGNORAR algunas propuestas bíblicas. 

Si algo está claro es que al observar la vida de Jesús y de sus discípulos es que vivieron vidas radicales, fundamentadas en las enseñanzas bíblicas. 

Y es importante saber en qué momentos estamos cayendo en una religiosidad:

1_ Soy RELIGIOSO cuando ME ENFOCO en lo EXTERNO. 

»¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! LIMPIAN el EXTERIOR del vaso y del plato, pero por DENTRO ESTÁN LLENOS de ROBO y de DESENFRENO. Mateo 23:25 NVI

El religioso se CONVIERTE en una PERSONA SUPERFICIAL, Jesús los catalogó como hipócritas, porque llevaban una vida de apariencia, estaban tan preocupados de los asuntos externos, que todo lo juzgaban basados en sus leyes judías, pero eran permisivos en otros asuntos donde debían ser radicales. 

El religioso, debe comenzar por hacer una evaluación de su corazón y reconocer que hay cosas en El que todavía lo contamina y hacer el propósito de comenzar a hacer un cambio radical de adentro hacia afuera. 

Jesús les confrontó hablándoles de cómo ellos se permitían toda clase de excesos.

2_ Soy Religioso cuando me ENFOCO en ASUNTOS de FORMA y DILUYO lo de FONDO. 

Esto es muy común en estos tiempos, personas que DILUYEN la PALABRA de DIOS CON SUS PROPIOS RAZONAMIENTOS HUMANOS. La escritura es tan completa que ella misma dice que NO NECESITAMOS AÑADIRLE o QUITARLE NADA. No hay porque inventarnos historias asombrosas cuando la palabra de Dios es tan clara. Ella misma se encarga de explicarse. El problema es que muchos sacan algún del versículo fuera de contexto, para obligarla a decir algo que no dice, como también para conseguir un determinado fin. Mi esposo siempre dice: TODO versículo usado fuera de CONTEXTO es un PRETEXTO. Así que, si somos un poco diligentes en estudiar más las escrituras, no tendremos necesidad de *DILUIRLA o cambiar su ENSEÑANZA de FONDO*. Podemos cambiar la forma, usar muchos ejemplos, pero el fondo jamás es negociable. 

Jesús les dijo a los religiosos: <<¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito, pero se tragan el camello>>. Mateo 23:24 NVI

Los TRAGADORES de CAMELLOS, en ocasiones pasan por alto asuntos que deben confrontar y por cualquier tipo de interés no lo hacen, pero en otras oportunidades, TOMAN un MOSQUITO, y eso si lo maximizan y lo juzgan severamente. 

Hay cosas que las vemos tan pequeñas y creemos que son insignificantes, que no producirán un daño grande. Pero el camello es algo grande y que demanda cuidado. El problema es que creemos que lo pequeño lo podemos obviar y lo grande no, y no nos damos cuenta que esas cosas pequeñas se pueden ir acumulando y producir daños graves. 

Lo cierto es que tanto los MOSQUITOS como los CAMELLOS DEBEN SER TRATADOS, porque ambos pueden ocasionar daños colaterales.  

3_ Soy religioso cuando DEPENDO MÁS de las EMOCIONES, que de lo que ENSEÑA la BIBLIA. 

Dejarnos manejar por las emociones es el peor error que podemos cometer. La biblia dice que NO HAY NADA MÁS ENGAÑOSO QUE EL CORAZÓN DEL HOMBRE. Si queremos avanzar en cualquier área de nuestras vidas, vayamos a las escrituras y decidamos aplicarla así esto vaya en contra de lo que podamos sentir. 

No podemos basar nuestros fundamentos bíblicos o de fe, en experiencias emocionales. Somos humanos y tenemos emociones, pero  nunca nuestras emociones pueden estar en desacuerdo con lo que enseña la biblia, aunque todo el mundo pueda sentirlo, eso no es una base, la base de nuestra fe debe estar fundamentada en lo que la biblia dice. 

Lo ideal en nuestro caminar cristiano es que aprendamos de nuestro Señor Jesús a ser radicales y vivir de acuerdo a la palabra, y para ello quiero dar tres consejos: 

1_ Soy RADICAL cuando ESTOY COMPROMETIDO. 

Jesús enseñó: «Si alguien viene a mí *pero PONE EN PRIMER LUGAR* a su papá, a su mamá, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, *NO PUEDE SER MI SEGUIDOR*. El que me siga tiene que entregar hasta su propia vida>>. Lucas 14:26 PDT

Radical esta enseñanza, ¿verdad? No es que el Señor quiere que dejemos a todo el mundo y menos a nuestra familia, lo que quiere es que el AMOR POR ÉL y TODO LO QUE ÉL AMA SEA NUESTRA PRIORIDAD.  

A muchas personas les molesta esta enseñanza y tratan de argumentarla de muchas formas. Otros están convencidos que su amor por Cristo es su prioridad, pero cuando se les pide cumplir algún mandato de Dios, tienen todas las excusas para no hacerlo. 

2_ Soy RADICAL cuando NO NEGOCIO LOS PRINCIPIOS BIBLICOS. 

»¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son COMO SEPULCROS BLANQUEADOS. Por FUERA LUCEN HERMOSOS, pero POR DENTRO ESTÁN LLENOS de HUESOS de MUERTOS y de PODREDUMBRE>. Mateo 23:27 NVI

Fuerte, ¿verdad?, ¿se imaginan cual sería la reacción de los fariseos y maestros de la ley?

NO PODEMOS NEGOCIAR NADA de la ESCRITURA ASÍ NUESTROS INTERESES PERSONALES SE VEAN AFECTADOS. Los principios de Dios no están sujetos a ningún tipo de cambio. 

3_ Soy RADICAL cuando APLICO lo que PREDICO.

<<Así que ustedes deben obedecerlos y HACER TODO LO QUE LES DIGAN. Pero NO HAGAN LO QUE HACEN ELLOS, porque NO PRACTICAN LO QUE PREDICAN>>. Mateo 23:3 NVI

Alguien puede enseñar la palabra de Dios, y su comportamiento no es congruente con lo que enseña, ¿DEBO PONER en PRACTICA esa enseñanza? Si, porque la palabra no es defectuosa, y la escritura dice que *la palabra de Dios es poderosa y eficaz y más cortante que una espada de dos filos*. Así que la palabra es la que tiene poder para transformar vidas. 

No se trata de tener un carácter fuerte, se trata de VIVIR una vida AJUSTADA a la PALABRA. No se trata de atarle cargas a otros que nosotros mismos no podemos llevar. 

Se trata de ir incorporando la palabra de Dios a toda la vida, se trata de ser un ejemplo de obediencia a los demás. Se trata de ser congruentes, entre lo que profesamos y lo que hacemos

Así que nuestro llamado hoy es a SER RADICALES y no ser más RELIGIOSOS.

Ximena de Camacaro