ALTIBAJOS
ALTIBAJOS.
La vida está llena de sucesos o acontecimientos que se contradicen entre sí, podemos pasar de la alegría al dolor, de la abundancia a la escasez, de la salud a la enfermedad, y viceversa, y estos momentos positivos y negativos, generan reacciones buenas o malas, según la actitud que asumamos.
Ya he hablado en otras oportunidades de Job, de un momento a otro sus hijos murieron, su imperio económico se terminó, su salud se deterioró, de estar en la cima, de tener una vida exitosa, cayó en la más densa oscuridad.
Por un largo tiempo todo marchaba viento en popa para esta familia, su vida era tan envidiable que hasta el mismo Satanás sentía rabia por sus éxitos. Satanás creía que la integridad de Job era ficticia, que obedecía a lo bendecido que era.
De un momento a otro, la vida de Job y su esposa cambiaron por completo, les llegaron todos los golpes juntos, sin darles tiempo de sobreponerse a nada. Él se afligió, ella se enojó y lo censuró por mantenerse firme en sus convicciones, Job 2:9 dice: <<Su esposa le reprochó: — ¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!>>
Podemos saber anticipadamente nuestras respuestas ante los altos o victorias de la vida, más no ante las adversidades. Fue lo que sucedió con nosotros en este tiempo de pandemia, esta crisis ha sido como un super bajón, en donde no vemos una solución cercana, y esto ha hecho que la angustia vaya en aumento en muchos hogares. Nos dimos cuenta que no estábamos preparados para afrontar un problema de este nivel.
Mientras Job demostró que su integridad no estaba condicionada a los beneficios recibidos del Señor, su esposa, afloró la necedad que había en su corazón. Porque los ALTIBAJOS SACAN lo BUENO y lo MALO de cada uno de nosotros.
Job 2:10 NVI <<Job le respondió: —Mujer, hablas como una necia. Si de DIOS SABEMOS RECIBIR lo BUENO, ¿NO SABREMOS RECIBIR TAMBIÉN lo Malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra>>.
Tenemos que aprovechar los altos o bendiciones que recibamos de Dios, pero sin creer que esto nos hace inmune ante los posibles sufrimientos, esto es vivir centrados en la realidad. El RECONOCER que la VIDA TIENE ALTIBAJOS, NOS LLEVA a ACEPTARLOS el día que nos toque vivirlos. El secreto es aprender a mantener un equilibrio, pero ¿un equilibrio en qué?
Creo que hay un área en la cual no podemos darnos el lujo de estar en altos y bajos, sino que DEBE PERMANECER en un CONSTANTE EQUILIBRIO y es la ESPIRITUAL. Si nos esforzamos porque nuestra relación con Dios siempre esté en altos, en el momento que nos lleguen los bajos, estaremos equipados con su palabra para fortalecernos, y la oración, más que nunca se convertirá en nuestro sustento emocional y espiritual.
Para mí Job vivía en los altos con Dios, al punto tal que el Señor tenía un alto concepto de este hombre, era una relación recíproca. Y fue así, que cuando en un solo día tuvo un bajón terrible (perdió hijos, criados, bienes, y luego su salud). Solo un hombre con altos espirituales puede dar una respuesta como esta ante la adversidad: Si de DIOS SABEMOS RECIBIR lo BUENO, ¿NO SABREMOS RECIBIR TAMBIÉN lo MALO?
Y aunque esta declaración, es bastante alentadora para todos nosotros porque evidencia su intimidad con Dios y su aceptación ante sus designios; por otro lado, nos muestra como una persona puede llegar a sumergirse en una gran tristeza ante los bajos que nos toca vivir. Antes estos bajones que sufrió, hizo expresiones tan fuertes como maldecir el vientre de su madre, el día en que nació, deseo no haber nacido, pero en su dolor jamás pecó. Su relación con Dios era tan fuerte y estable, como para sostenerlo y ayudarlo a salir de la prueba.
Allí está el equilibrio del que hablé, LOGRAR MANTENERNOS en una BUENA RELACIÓN CONSTANTE con DIOS, que se convierta en nuestro mejor SOPORTE ante los BAJOS que la VIDA nos depara.
Ximena de Camacaro
Comentarios
Publicar un comentario