Un. SEGUNDO AIRE

Un SEGUNDO AIRE

Muchos pensamos que seguir a Jesucristo sería algo fácil y en nuestro día a día nos hemos dado cuenta que no es así. En mi caso ha sido como escalar una gran montaña, donde me he tenido que parar para tomar un segundo aire. De no ser así, les puedo asegurar que en muchas oportunidades hubiese sido más fácil bajar de nuevo esa montaña que seguir escalándola. 

Leer la historia del Apóstol Pedro es bien reconfortante, porque en ella encontramos las muestras más grandes de amor y bondad de parte de Dios. Lo llamó siendo un pescador para convertirlo en un pescador de hombres, y desde ese mismo momento Pedro tuvo varios tropiezos en su fe por ser alguien temperamental. Pero lo que sí puedo decir es que jamás se dio por vencido. 

Hay dos (2), momentos puntuales que marcaron su vida, uno, sucedió en el momento en que Jesús va a ser crucificado, y le profetiza que sería negado por Pedro. Jesús le advierte como su fe fallaría, pero también la forma como sería impulsado a tomar un segundo aire, levantarse y seguir.  

Mateo 26: 75 "De repente, las palabras de Jesús pasaron rápidamente por la mente de Pedro: <<Antes de que cante el gallo, NEGARÁS TRES VECES QUE ME CONOCES>>. Y Pedro salió llorando amargamente".

Y esto nos muestra que, por el hecho de ser cristianos, todas nuestras decisiones no serán completamente acertadas. Todos en la vida tomamos decisiones equivocadas y eso no nos hace mejores o peores personas. Lo que sí debemos hacer, es recapacitar para avanzar, y tratar de enmendar lo que debamos corregir. Lo cierto es que el Señor siempre nos da un segundo aire. 

Muchos juzgamos la negada de Pedro, pero el Señor es un Dios de primera y de segundas oportunidades. La biblia dice, "que ÉL comenzó una buena obra en nosotros y la irá perfeccionando", y dentro de este proceso de perfeccionar esa obra, nos dará muchas oportunidades mientras va consolidando nuestro carácter como cristianos. 

Me imagino a Pedro en los siguientes días de la crucifixión de Jesús, lamentándose por lo que había hecho. Pero cuando Jesús resucitó, una de las cosas que hizo estando en tierra fue trabajar con Pedro en restaurarlo en su fe, dándole un segundo aire, para que continuará con su propósito divino. 

Aquí vemos el segundo aire que recibió el Apóstol Pedro: 

Juan 21:15‭-‬17 NVI <<Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿ME AMAS MÁS que estos? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro. —*APACIENTA mis CORDEROS* —le dijo Jesús. Y volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿ME AMAS? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. —*CUIDA de MIS OVEJAS*. Por tercera vez Jesús le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿ME QUIERES? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo: —*Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero*. —*APACIENTA MIS OVEJAS* —le dijo Jesús—>>.

Cuando alguien se equivoca, a nosotros nos cuesta darle una segunda oportunidad, y si llegamos a perdonar, lo más probable es que jamás lleguemos a confiar de nuevo. Pero Dios no obra igual que el ser humano. Cuando el Señor nos da un segundo aire, también vuelve a confiar en nosotros delegándonos nuevas oportunidades como lo hizo con Pedro. 

Por tres veces Pedro negó al Señor, y por cada una de sus negaciones, Jesús lo llevó a hacer una confesión de su fe. Y no solamente esto, sino que le ENTREGÓ la RESPONSABILIDAD de PASTOREAR sus ovejas, su rebaño. 

Al principio lo llamó a *ser PESCADOR de hombres*, era el momento de tirar una red espiritual y alcanzarlos, pero en el segundo aire, ya no solo los pescaría, sino que los pastorearía. Le entregó mayores responsabilidades.

No sé qué hallamos hecho antes de comenzar a caminar con Dios, pero *el primer aire* lo recibimos el día que nos trajo a su presencia y nos dio una oportunidad de una nueva vida sin importar quienes éramos, ni lo que habíamos hecho. 

Pedro negó al Señor tres veces y recibió un segundo aire. Algunos no le han negado, pero llegaron a vivir una vida como si no lo conocieran y recibieron un segundo aire, otros cayeron nuevamente en alguna situación o un hábito que no agrada a Dios siendo creyentes y recibieron un segundo aire. Lo cierto es que, aunque muchos hemos flaqueados en nuestra fe, el *Señor NOS DIO un SEGUNDO AIRE*. 

_ ¿A cuántos Dios les dio una *SEGUNDA OPORTUNIDAD*? ¿Qué has hecho con ella?

Quizás eres de los que estás allí todavía en medio de la caída y no sepas qué camino seguir. Pero yo les invito a que acepten esa nueva oportunidad que él les brindará y aprovechen ese segundo aire.  

El Apóstol Pedro recibió un *SEGUNDO AIRE*, y lo supo aprovechar al máximo. ¿Dejó de cometer errores? No. Pero reflexionaba y avanzaba. 

Quizás hoy recibamos de Dios *esa segunda oportunidad o segundo aire*, vamos a aceptarla y aprovecharla al máximo.  


Ximena de Camacaro 



 

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