¿En DÓNDE están los BUENOS?
¿En DÓNDE están los BUENOS?
Martin Luther King dijo: "Lo PREOCUPANTE no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos".
En los tiempos antiguos, no se contaba con la tecnología que tenemos ahora, así que la única alternativa para preservar la comida era condimentar con bastante sal. Jesús utilizó esta metáfora para impartir la enseñanza que *los cristianos somos la SAL de la TIERRA*, en otras palabras, nos dijo que era necesario que, a través de nuestra influencia, marcáramos una diferencia en el mundo.
¿Pero qué ha sucedido? que muchos creyentes se han adaptado tanto al mundo y lo que este ofrece, que se nos olvidó el rol que debemos desempeñar entre las personas, y es más fácil guardar silencio ante tanta locura que vemos, que confrontar la perversidad en la gente.
Lucas 14:34-35 NTV »La sal es buena para condimentar, pero si pierde su sabor, ¿cómo la harán salada de nuevo? *La SAL SIN SABOR NO SIRVE* ni para la tierra ni para el abono. *Se TIRA*. ¡El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda!».
Y reflexionando en esta frase de Martín Luther King, "Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos". Pienso que es muy cierta. Muchos cristianos hemos caído en un silencio sepulcral, en dónde nos cuesta denunciar los actos deshonestos de alguien, dónde no queremos confrontar a la gente perversa porque ese es su problema, dónde preferimos callar las injusticias, caímos en un amor permisivo que no sabe poner límites. Y la indiferencia de muchos creyentes ante lo que está sucediendo a su alrededor, ha hecho que el perverso no esté interesado en cambiar su estilo de vida.
Y cómo dijo King, esta indiferencia es preocupante, porque dejamos de condimentar, es decir, de añadir ese valor moral y espiritual ante un mundo lleno de maldad y esto está trayendo como resultado una pérdida de efectividad al transmitir el mensaje de Dios. El problema es que estamos perdiendo nuestro sabor, porque con nuestro silencio o indiferencia le estamos dando a entender al perverso que apoyamos su conducta y ellos se sienten respaldados para seguir con unos patrones de conducta que no solamente son nocivos para sus vidas, sino que están influenciando a otros a imitar sus malos comportamientos.
Entonces las preguntas que debemos hacernos son:
¿Estamos cumpliendo la función de ser SAL en medio de una GENERACIÓN DEPRAVADA y PERVERSA?
¿Estamos levantando nuestra VOZ de INCONFORMIDAD ante el PECADO del mundo?
¿Estamos DISPUESTOS a PAGAR el PRECIO de SALIR del ANONIMATO donde estamos y comenzar a CONFRONTAR la PERVERSIDAD de la gente?
¿Estamos DISPUESTOS INCLUSO a PERDER AMISTADES al momento de confrontarlos con su perversidad?
Lo preocupante es que cada día la esfera de influencia de la gente perversa ha aumentado y a los que conocemos la verdad acerca de Cristo hemos callado, y nuestra indiferencia es tan grande que, aunque sabemos el fin que les espera, no estamos haciendo nada para romper con nuestro silencio.
El verdadero amor hacía prójimo, nos debe obligar a salir de la indiferencia en que hemos caído y comenzar a confrontar esas situaciones.
¿El tener la SAZÓN como SAL que somos, NOS HACE MEJORES que los demás? La respuesta es no, pero *SI NOS HACE DIFERENTES*.
Pidamos a Dios que nos dé la valentía para ser de bendición a estas personas y poderles dar herramientas para salir del mundo de oscuridad donde están.
Ximena de Camacaro
Bendiciones a su vida Pastora, excelentes los devocionales muy edificantes!
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