El SUFRIMIENTO

El SUFRIMIENTO

Nadie quiere experimentar sufrimientos en su vida, pero en ocasiones no hay otro recurso más poderoso para hacer que el ser humano aprenda la importancia de buscar de Dios. Y cuando digo buscarlo, me refiero a que reconozcan que Él es una necesidad y no un simple recurso que se usa cuando hay una aflicción de por medio. 

El Salmista, dijo: Salmos 119:71 NTV << *El SUFRIMIENTO ME HIZO BIEN, PORQUE me ENSEÑÓ a PRESTAR ATENCIÓN* a tus decretos>>.  

¿Será que nosotros tendremos que llegar a ese PUNTO de SER AFLIGIDOS para PRESTAR ATENCIÓN A DIOS y su PALABRA

La TERQUEDAD SOLO SE CURA con el SUFRIMIENTO, lamentablemente Dios nos extiende su misericordia una y otra vez, y nos enderezamos por días, quizás semanas, y luego volvemos a caer en los mismos círculos viciosos, y cuando hablo de círculo vicioso, son todos aquellos excesos (en el campo laboral, familiar, relacional), que nos desenfocan de Dios. 

Por muchos años no le encontré un propósito al sufrimiento, pero cuando lo perdí todo económicamente, y entré a un estado de angustia desmedido, allí el Señor me permitió entender *el PROPÓSITO del SUFRIMIENTO que AFRONTABA*. 

En medio de mi dolor, pude decir como el Salmista: "El SUFRIMIENTO ME HIZO BIEN, PORQUE me ENSEÑÓ a PRESTAR ATENCIÓN A Dios". Y orando hace dos (2) días, Dios trajo a mi memoria esta cita bíblica, y lo que aprendí con ella. 

Y déjenme decirles que en ocasiones *TENDREMOS que ser PROCESADOS por DIOS A TRAVÉS DEL SUFRIMIENTO, porque SERÁ la ÚNICA FORMA que nos ENSERIEMOS con DIOS*. 

Si nos vamos a unos versículos antes, el Salmista encontró el motivo por el cual le llegó el sufrimiento a su vida: Salmos 119:67 NTV << YO SOLÍA DESVIARME, HASTA QUE ME DISCIPLINASTE; pero ahora sigo de cerca tu palabra>>.

Increíble lo que dijo: "YO SOLÍA DESVIARME, HASTA QUE ME DISCIPLINASTE". Reconoció que su SUFRIMIENTO FUE UNA DISCIPLINA DE DIOS POR DESVIARSE de Él, de su palabra. Nadie quiere que le hablen de disciplinas, pero Dios como el Padre amoroso y responsable que es, nos disciplinará las veces que sea necesario para que nos enfoquemos nuevamente en ÉL. 

_ ¿Podemos RECONOCER que NOS HEMOS DESVIADO de DIOS y de su PALABRA

_¿RECONOCEMOS que la Palabra de Dios es un ALICIENTE en medio de los sufrimientos

NO basta con que lleves una vida que se ajuste a las escrituras para cumplir un protocolo como creyente. Dios no quiere solamente eso, ayer decía que *SI ÉL NO ES EL CENTRO de nuestras vidas*, tendremos que enfrentar sufrimientos hasta que entremos en el carril. 

Perder todo económicamente no fue suficiente para mí, pero con el cáncer, mi vida cambió por completo, el ver la muerte de cerca, me llevó a decirle nuevamente a Dios, ¡ME HIZO BIEN HABER SIDO AFLIGIDA, porque tuve que HACER OTROS Ajustes a mi vida de acuerdo a la escritura! La tendencia del ser humano es DESENFOCARSE de DIOS y ENFOCARSE en sus ASUNTOS PERSONALES, pero EL AMOR INAGOTABLE DE DIOS LO LLEVARÁ A DISCIPLINARNOS si es necesario hacerlo. 

El Salmista continuó diciéndole a Dios: Salmos 119:75 NTV
<<Señor, sé que tus ordenanzas son justas; ME DISCIPLINASTE PORQUE lo NECESITABA>>.

DIOS NO SE EQUIVOCA, su PALABRA es VERAZ, pero nosotros Si NOS EQUIVOCAMOS y AJUSTAMOS su PALABRA a nuestra CONVENIENCIA, después cuando entramos en procesos disciplinarios por parte del Señor, lo vemos como algo injusto, e inaceptable en Dios.

Cuando el Salmista dijo: ME DISCIPLINASTE PORQUE lo NECESITABA, sencillamente reconoció que el problema era él y no Dios, y es el punto al que debemos llegar, CADA VEZ QUE ENFRENTEMOS DISCIPLINAS DE PARTE DE DIOS, es porque SOMOS nosotros los que FALLAMOS, NO ÉL

Así que los SUFRIMIENTOS POR LOS QUE HEMOS PASADO NO PUEDEN SER MÁS EN VANO. Definitivamente es necesario que lo aprendamos, claro está, si no queremos ser procesados una y otra vez. 

Si ahora estamos pasando por algún sufrimiento, nuestra oración debe ser, ¡SEÑOR MUÉSTRAME PORQUÉ ESTOY PASANDO POR ESTO! y que allí donde estemos, tengamos la valentía de reconocer y decir, ¡Esto que estoy VIVIENDO es NECESARIO!

Pero también vamos a orar y decirle a Dios, ¡ENDEREZA MÍ CAMINO LAS VECES QUE SEA NECESARIO HACERLO!

Recuerda siempre: Los PROCESOS DISCIPLINARIOS de DIOS NO SON BUENOS, PERO SON NECESARIOS

Ximena de Camacaro 

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